sábado, 25 de mayo de 2019

VIVE Y DEJA VIVIR





A fin de vivir y dejar vivir debemos primero tener una visión general de la vida, y ver algunas circunstancias que afectan nuestra vida emocional, y que sólo comprendiéndolas y aceptándolas nos harán posible vivir verdaderamente. Sólo entonces podemos aprender a dejar vivir. Y vivir y dejar vivir contribuye mucho al sano juicio.

Lo primero que nos sucedió en este viejo mundo fue que nacimos. No pedimos hacerlo. No lo escogimos. No obstante, lo aceptamos.

Nacimos de dos padres especiales. Tampoco los escogimos. De hecho, no escogimos ninguna de las circunstancias de nuestro nacimiento; ya sea que hayamos nacido ricos o pobres, enfermos o sanos, negros, blancos, rojos o amarillos.

No escogimos el lugar de nuestro nacimiento, ya sea que haya sido en América, Asia o Europa, o tal vez en el Polo Norte.

¡No escogimos ninguna de estas cosas! Y no podemos cambiar la mayoría de ellas. De manera que, para vivir, debemos empezar por hacerlo dentro de los límites de las circunstancias de nuestra existencia. Debemos empezar con lo que somos, no con lo que desearíamos haber sido. Eso es realidad.

Tal vez pueda ayudar el percatarse de que hay diversos tipos de vida en
el hombre:

12.1 La vida física. Con ésta nos es dada la obligación de cuidar de nuestros cuerpos. Y el cuerpo que tenemos es el único que habremos de tener.

12.2 La vida mental. La vida de la mente del hombre abarca su voluntad y su intelecto. Trae consigo la obligación de usar el intelecto, el libre albedrío para aprender, juzgar, razonar, practicar una buena higiene mental.

12.3 La vida emocional. Contra la opinión general, y lo que a nosotros nos parece una publicidad mal encauzada, los problemas emocionales son equivocadamente denominados .problemas mentales. y son erróneamente relacionados con las enfermedades .mentales.. Esto ha provocado un estigma. Y debido a la alarma que actualmente existe sobre las enfermedades mentales, miles de individuos no buscan ayuda para no ser considerados enfermos mentales. -Iocos- Hoy en día, un 85% de los pacientes internados en los llamados hospitales mentales no tienen ninguna afección mental. Están emocionalmente enfermos. Su pensamiento se ha extraviado por que su sistema nervioso en alguna forma se ha menguado. La palabra emocional en si significa un movimiento interior -una sensación-o La palabra latina es “e” “motu” de un movimiento, sensación.. Y estamos convencidos de que casi todas las personas “mentalmente” enfermas, están sólo emocionalmente enfermas, la mayor parte de cuya enfermedad tiene que ver con el sistema nervioso las sensaciones- y de ningún modo son indicativos de una mente enferma. El comprender esto con mayor claridad, tanto por parte de los doctores como por la de la gente, ayudaría mucho a que, aquellos que están emocionalmente confundidos, se decidieran a buscar la ayuda adecuada. En lo particular debemos comprender esto en nosotros mismos, si es que esperamos alguna vez vivir una vida emocionalmente sana.

12.4 La vida espiritual. Esta determina nuestra relación con Dios como una persona.

12.5 La vida moral. La vida moral del hombre tiene que ver con nuestra relación con las leyes de Dios y nuestras obligaciones bajo ellas.

Ahora bien, todo lo anterior integra la personalidad total de cada persona. Cada persona es hoy el resultado de la combinación de (1) sus antepasados y padres; (2) el intelecto dado a cada quien, y su entrenamiento; (3) el alma de cada uno; con su credo, su práctica y su oración. ¡Esto es una persona! Esta totalidad es cada uno de nosotros, ya sea que nos guste o no. y éste es el yo con el que ,tenemos que empezar a vivir. Nadie empieza realmente a vivir con la persona que desearía ser.

Cuando empecemos a vivir, aprenderemos que todos los enfoques positivos hacia las situaciones engrandecen el valor de la vida; todos los enfoques negativos matan y destruyen. El término en sí, ”negativo”, significa negar, matar. La palabra ”positivo”, por otra parte, significa colocado, seguro. 
¿Cómo podemos distinguir el enfoque negativo del positivo? He aquí las palabras de batalla:

¡No soy! ¡No puedo! ¡No quiero! ¡No hago!, son las manifestaciones del enfoque negativo. ¡Puedo! ¡Soy! ¡Quiero! ¡lo haré!, son reflejos del enfoque positivo.

Los últimos significan vivir; los primeros significan morir, y en el camino al cementerio, van recogiendo cantidades de problemas emocionales.
¡Vivir! Usar nuestras mentes para aprender, para meditar, para mejorar nuestra vida pensante. ¡Vivir! Dar a nuestro cuerpo el cuidado y el ejercicio adecuado. ¡Vivir! Ejercitar nuestra alma en la oración, y con fe, confianza y amor.

Sólo nosotros podemos vivir dentro de nosotros. Pero no sólo debemos vivir verdaderamente, sino que debemos dejar vivir. ¿Por qué? Debemos dejar vivir porque estamos en un mundo de gente. Y toda esta gente tiene distintos antecedentes, diferentes antepasados, diversas circunstancias de nacimiento, entrenamiento diferente, distintas personalidades -yeso, amigos, por su propia naturaleza produce fricción, a menos que nosotros comprendamos a los demás y los dejemos vivir. Tenemos derechos como personas. Igualmente, tenemos obligaciones. Cada derecho en la vida trae aparejada una obligación.

Tenemos derecho a nuestra opinión. Tenemos la obligación de tolerar las opiniones de los demás. ¡Hay que dejarlos vivir!
Tenemos derecho a las comodidades de la vida que nos hayamos ganado, pero también tenemos la obligación de contribuir para el alivio de los pobres de los hambrientos. La propia injusticia de los salarios está basada en este derecho y en esta obligación. ¡Dejar vivir!

Tenemos derecho (aunque no sea propiamente tan libre) de dar salida a nuestras emociones; también tenemos, por lo mismo, la obligación de tolerar las excentricidades de los demás. ¡Hay que dejarlos vivir!.

La dificultad en muchas relaciones familiares es que uno a otro está demasiado decidido a obligar a los demás a vivir a su modo. Podemos escuchar a la esposa amante” Aquí está tu comida guisada en la forma de que más vale que te guste”. Demasiadas personas en situaciones familiares están decididas a hacer felices a los demás -pero a su propio modo. Hay que dejarlos vivir al -modo de ellos.

También se comete con frecuencia un grave error en la vida familiar cuando la madre o el padre tratan constantemente de cambiar el uno al otro. Esto no puede lograrse. Hay que dejar vivir. Así habrá mucha más paz. 

Alguien ha escrito: ”Una convicción es una verdad que podemos defender sin enojamos; todo lo demás es prejuicio! 

¡Vive y deja vivir!

12.5.4 En nuestros contactos sociales-gente-vecinos. vivimos contribuyendo con nuestra parte para la comunidad. Somos una parte de la comunidad. A nuestra vez, le debemos parte de nosotros mismos. ¡Vivir! y si los vecinos o la gente son ocasionalmente algo excéntricos -hay que dejar que lo sean. ¡Hay que dejarlos vivir! O si son negros -hay que dejarlos vivir. 

Esto es adaptarse a la realidad -realidad que nos dice que todos los hombres son iguales ante Dios -negros, blancos, amarillos, rojos, católicos, protestantes, judíos, ricos, pobres, sanos, enfermos, buenos, malos, santos, pecadores, normales, anormales y lo que gusten. Pueden nombrarlos -son nuestros hermanos. y que peso de fricción suprimirá de ,nuestras vidas esa convicción.

¡Vive y deja vivir!

12.5.5 En la vida de las emociones -esas sensaciones extrañas- esos impulsos. ¡Vivir! Hay que aprender a practicar la expresión de uno mismo. Practicar un pasatiempo. Tener una válvula de escape -¡De lo contrario, ellos exigirán uno! ¡Vivir! No hay que reprimirlos.

En este punto creemos que es necesario explicar el término represión y ver lo peligroso que es para una vida emocional sólida; y especialmente cómo difiere del control y de la desatención. Estos últimos los aconsejamos; la primera habrá de ocasionar siempre problemas emocionales.

(LIBRO VIVIENDO SOBRIO)

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